viernes, 17 de diciembre de 2010

Mr. Google, mi media naranja.

Sí, lo confieso. A veces se me va un poco la olla y mi mente lee lo que le da la gana. Leo un anuncio en el que dicen "coja unas vacaciones enormes" y mi mente lo traduce como "coja unas vacas enormes", y tengo que releerlo unas cuantas veces para convencerme de que no es cierto. Y claro, me entra la risa. Esté dónde esté, yo sola. Supongo que esto es sólo el comienzo y que posiblemente devenirá en locura. 

El otro día viendo el telediario dieron una noticia sobre un atentado islamista. Sería novedad si no hubiera tantos, islamistas y atentados. El caso es que mostraban imágenes del lugar de los hechos, y en una aparecía solo una puerta con el letrero "PLEASE DON'T SLAM THIS DOOR". Pues claro, mi mente no daba crédito al leer "PLEASE DON'T ISLAM THIS DOOR" pensado pero Dios Bendito dónde vamos a llegar, ¿Ahora islamizan a las puertas también? A punto estuve de levantarme de un salto y lanzar unos cuantos improperios contra aquellos que se dedicaban a islamizar puertas así como así. Menudos...  Y luego ya, claro, lo que siempre me pasa. Entro en razón y lo máximo que hago es marear al café con 20 vueltecitas más de cucharita, intentando disfrazar mi efímero momentazo como salvadora de puertas por una leve ofuscación ante las malas noticias de aquel informativo. Me hubiera salido bien, y seguramente mis padres no hubieran notado nada fuera de lo habitual, si después de esa noticia no siguiera otra. Suele pasar en los telediarios, no me digáis porqué.

La siguiente noticia trataba sobre un presunto pederasta. El faldón a pie de imagen decía "Acusado un joven de 27 años por abusar de 30 niños", lo que yo leí como "Acusado un joven de 27 por abusar de niños de 30 años". No había terminado aún de procesar la última palabra cuando mi cabeza empecó a funcionar completamente escandalizada. Pero bueno, ¿qué clase de pederasta es éste? ¿no debería de ser él el que denuncie? ¿cómo se atreven a llamarles niños si ya tienen 30 tacos? ¿¿Hasta dónde va a llegar la generación de Peter Panes, por el amor de Cristo?? Esta vez sí que me levante, indignada y aturdida a la vez. A veces ni yo misma puedo parar esa vorágine de absurdas hipótesis que produce mi mente. Cuanto más quiero dejar de pensarlas, más aparecen unas seguidas de otras, con imágenes de puertas islamizadas y treinteañeros denunciando por abusos a sus almas infantiles. No puedo parar, de verdad.

Y todo esto viene a que a veces, hasta Google me hace dudar de mí misma. Con esto de que ahora el buscador juega a ser la bola número 8 que adivina lo que estás pensando, se permite la libertad de ser más rápido que tú y te ofrece la búsqueda antes de que la hayas escrito. Pero como la bola número 8 responde "42" cuando lo que habías preguntado es si encontrarías trabajo, Google también se equivoca. O eso, o trata de mandarme señales subliminales. Mmmm. El caso es que desde que lo descubrí esta novedad en él, no puedo dejar de teclear a dos por hora deseando que google me hable. Estoy entusiasmadísssima por haber encontrado algo/alguien que interpreta las cosas de forma aun más absurda y nonsense que yo. Empiezo a pensar que google y yo poseemos el mismo mecanismo mental. Que estamos hechos el uno para el otro. (nota mental: No sé si pedir ayuda psicológica o presentarme a un concurso de talentos. Creo que les barrería a todos). Sí, después de tanto no buscar, después de tantos intentos de nada, puedo afirmar y afirmo que he encontrado mi better half. Es él. Es el único. The One. ¡¡Con todos vosotros... MR. GOOGLE!!

Nota: os dejo algunos ejemplos con mis propios apuntes con paint, para que veáis mis dotes artísticas. Además hay una leyenda explicativa debajo de cada foto. Estoy en todo.

Como me conoce mi Goog (a veces le llamo así), sabe TODO lo que quiero.
(¿¿Quién no quiere un mundo de caramelo??:)


Google además de intuir lo que quieres, te une con personas con tus mismos quereses.

Adoro la ironía de su "Voy a tener suerte". En este caso, voy a tener suerte y voy a ser Sergio Ramos. Siempre animando.

Hay veces que se pasa, yo se lo digo.




2 comentarios:

  1. Tú no sabes lo que me acabo de reir yo sola...o mejor dicho, ¡CONTIGO!
    Acabo de llegar a casa de dar clase de latín a una chica, con el cerebro medio embotado, pensando que tengo que ponerme a estudiar alemán YA porque tengo mañana el examen (y no quiero entrar a valorar mi nivel de conocimientos) y te leo y me animas! jaja! No es que estuviera desanimada, mujer, entiéndeme, es más bien que venía un poco con cara de acelga pocha y mira tú por dónde ahora parezco más bien una lechuga feliz!
    Por cierto, no sé si te servirá de consuelo saber que a mí también me pasa con bastante frecuencia lo de interpretar a mi manera lo que leo, de modo que convierto frases normales en cosas descabelladas, absurdas y muchas veces aberrantes!

    ResponderEliminar
  2. No sabes lo que me alegra que te alegre! :) creo que es la mejor sensación del mundo (después del amor libre claro ;), y ahora te ha tocado a ti alegrarme con tu comentario. ¡Se agradece saber que alguien se ría con lo que escribes, y más cuando tiene un examen de alemán al día siguiente! Que por cierto, espero que te salga mejor que bien.
    Todos debermos de tener un poco esa facultad de leer lo que nos da la gana, no? lo que pasa es que la gente se lo calla. Gracias por confesar, ahora no me siento tan bicho raro :)
    Un beso fuerte Miriam!

    ResponderEliminar