Hay
veces que lo bordas, y veces que lo tiras todo por la borda.
Cuando
se miró los pies descubrió que sus pasos ya no le seguían. Tuvo que abandonarse
a andar para encontrarse de nuevo.
Y la
vida les sorprendio con una nueva mañana, llena de los mismos rayos de sol que
ya nunca les acompañaban.
Cuanto
has estado fuera? Llevo una vida buscándote.
Los
tacones aun resonaban en sus oídos como un eco cercano. La escuchaba recorrer
los pasillos de la casa, y a veces hasta acercarse a su habitación. Nunca la veía,
eso es verdad. Pero también lo de menos.
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