Hace 3 meses.
Hace tres meses pero en realidad hace muchos más, más de los que puedo siquiera recordar.
Ha pasado una eternidad desde esa persona, que ahora es otra.
Comencé este blog lo que se me antoja siglos. Volvía de Edimburgo, tras acabar la carrera, y no sabía muy bien qué hacer con mi vida. Pero quería que contara. Y que tuviera cosas que contar. Ambas cosas.
Volvía de haber estado fuera por segunda vez, y aunque no descartaba irme de nuevo, como así ocurrió, siempre quise volver a casa. Madríz es casa. De ahí Lady Madríz. De ahí el pentagrama de una canción de una película. El sentimiento de estar en casa es el mejor. Lo busqué en muchos sitios. Lo encontré en personas.
Hace todos esos siglos. Volví y me compré un micrófono y muchos libros y juré nunca dejar de escribir. Nunca quise trabajar escribiendo, porque mi hobby quería que lo siguiera siendo para siempre. Que nunca se convirtiera en obligación. Poco a poco los hobbies quedan relegados a cuando el tiempo te deja, no a cuando les dejas tiempo. Antes buscaba planes y me sobraba tiempo, ahora es al revés.
Es raro. No digo diferente, digo raro.
Me gustan estos días aunque añore mi tiempo, y piense en cómo recuperarlo. Sé que algún día lo haré.
Cuando abrí este blog tenía muchas ideas, mucha energía, muchos planes, muchas canciones.
Hoy colecciono planes cumplidos, lecciones aprendidas, muchas canciones.
Faltan dos meses. Sí, dos meses. En dos meses no cambiara nada pero cambiará todo. Recapitularé mis días de blog, mis primeros escritos de quinceañera, mis múltiples posts pesimistas, amargos, tristes, mis chorradas sin sentido que solo me hacían gracia a mí, mis resúmenes de días extraños y cuentos cortos para días largos, mis expectativas, mis líneas cifradas llenas de nada y de todo, mis pequeños logros, mis fracasos. LadyMadriz fue una vez LadyTorino, LadyEdimurgh, LadyLondon, pero nunca dejó de ser todo eso. Y consiguió lo que quería.
Y en dos meses, lo vuelve a conseguir. Pero esta vez, a lo grande.
Tengo casi 30 años, y aunque fue a los 23 cuando abrí este blog, aún me gusta recordarme.
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