sábado, 8 de octubre de 2011

Saturday at Mario Hairdresser's

Hoy he ido a la peluquería. Nunca voy a la que está justo abajo de mi casa, porque es de señoras y sólo de señoras. Y yo aún no me he hecho tarjeta de ECI, ni digo "oyoyoyoy", ni tengo prohibido alternar los pies al bajar escaleras. Pero hoy ha podido más la pereza, y he decidido darle una oportunidad.

He bajado hasta mi portal con el mismo pie mientras sacudía la cabeza en un "oyoyoy" mental, para ir metiéndome en el papel. Al llegar he cogido una revista y me he sentado a hojearla mientras esperaba. Pasando las páginas, me he encontrado con un corte especialmente bonito. He doblado una esquinita para enseñársela a mi peluquera. Después... todo ha sucedido demasiado rápido.

Así es como me imaginaba salir después de mi super corte


Así es como he salido en realidad



Esta ha sido mi reacción tratando de escapar de mi peluquera, que se acercaba a mí tijera en mano con un "Déjame que te haga los últimos retoques" en voz de ultratumba


 Aquí viene mi cara cuando me he mirado en el espejo

Después de todo, esperaba conseguir al menos unas moneditas. 
Al final me ha tocado pagarlas.
 

Una vez en casa, he estado pensando en los looks que podré llevar con mi nuevo corte.
Nada alentador, por otro lado.


  
Y por último, asumir que esto es lo máximo a lo que puedo aspirar




FML.


1 comentario:

  1. ¡¡¡Jajajaja!!! Es un ADV en toda la regla... Me ha encantado tu crónica, superfriki, por cierto, con el toque "Mario" llevado al extremo. Ahora estoy expectorante por ver las fotos. :D


    OLI I7O

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