Ellos se agarran a mí. Intentan dominarme, marcar mis pasos. Pretenden amedrentarme con su aspecto fiero y salvaje, su mirada asesina sedienta de poder, sus colmillos recién afilados. Piensan que tienen el control. Que me manejan.
Pero chst, no nos engañemos: tengo a este par de tiburones totalmente a mis pies.
JA!
PD-. Jo cómo echaba de menos mi mundo non-sense.
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