Tiene gracia, llevo con la misma canción en la cabeza desde ayer. Es un loop sin descanso, no deja de sonar. Hacía mucho que no lo hacía. Y entro aquí, y resulta que tengo la fecha exacta de la última vez que sonó en mi cabeza: 24 de febrero, fecha de mi último post. Gracias a mi memoria de pez me llevo sorpresas como ésta. Tras este inciso musical...
Tengo muchas cosas que escribir, pero me suele pasar como con las cosas que decir: tengo tantas que al final no digo ninguna. Para que tú me oigas mis palabras se adelgazan a veces.
Desde este blog que no lee nadie quiero dar las GRACIAS, con mayúsculas, a la gente de AXN. No exagero, las despedidas no son como en Gran Hermano donde los sentimientos se magnifican. No miento cuando digo que es el mejor sitio que conozco para trabajar. No por el lugar físico, aunque no tengo nada en contra de sus oficinas en acristaladas en Mordor. Nada que decir sobre el clima polar-sahariano extremo, ni sobre su cocina llena de termos-a-ver-cual-conserva-mejor-el-calor.
Por supuesto, me refiero a las personas. A pesar de no haber sido la persona más extrovertida del mundo (nunca lo fui, qué le vamos a hacer), no han dejado de sorprenderme hasta el último día. Es el lugar con más buenas personas por metro cuadrado, y he de admitir que me han cambiado la visión laboral. Compañeros, jefes o no jefes, pero siempre con una sonrisa a punto de las que distan mucho de ser enlatadas. Siempre con palabras de ánimo y dispuestos a ayudar sin un ápice de competitividad. Porque sí, porque les sale.
Si alguna vez se alinean los planetas y se da la hipotética casualidad en la que alguien lee esto y a la vez es contratado para trabajar allí, solo decirle una palabra: Enhorabuena. No le deseo suerte, porque ya le ha tocado el gordo en el terreno laboral.
No quiero hacer un post despedida, nunca me gustaron. Pero sí quería dejar esas palabras, porque necesitaba ponerlas en alto. Virtualmente hablando, claro. No me despido porque mi blog sigue aquí, no desaparece. Ni desaparezco de Facebook, ni de todas las redes sociales de las que soy creyente y practicante. No me despido de nadie porque no voy a desintegrarme, ni a mudarme al círculo polar ártico en una misión secreta de la que no regresaré jamás. Me voy, sí, pero por un rato. Casi a la vuelta de la esquina, a dar un paseo. A ver qué se cuece por otros lares.
Hace un año que tengo la maleta preparada. En realidad siempre la tengo a punto, porque sé exactamente lo que me llevo. No sé lo que permanecerá o no cuando vuelva, aunque no tengo miedo por ello. Sé que aquello que merece la pena permanece, porque aquello que realmente quiere estar en tu vida también lo estará más adelante. El resto es secundario. Y al fin y al cabo, el futuro no es más que una leyenda urbana.
Dejo un post-recuento de maleta que hice hace un año, cuando pensé que emigraba. Al final resultó que no, pero la maleta continua intacta. (Leer aquí el post-recuento)
Por último, reafirmar lo que llevo mucho tiempo pensando...
Let's face it: I'M A VERY LUCKY GIRL.
Bueno aunque eres un poco "siesa", personalmente me alegro de haberte conocido y trabajar contigo (o contra mi) estos meses. Me he reído mucho con tus chanclas de vestir en Málaga, tus nervios en la comida de Navidad... en fin. Ya sabes que te vamos a echar de menos, y que esperamos verte pronto (pero no mucho y solo por vacaciones).
ResponderEliminarPD: Miau ;P
Si que es cierto......eres afortunada como ni te imaginas..... aqui se te echara de menos, aunque solo te vayas a la vuelta de la esquina a ver que encuentras.....
ResponderEliminarUn besito Bea
Desde aqui tambien se te va aechar de menos un monton, aunque solo te vayas a dar una vuelta ahi al lado a ver lo que te encuentras,......
ResponderEliminarUn besito Bea........
Vaya, yo te he leído poquito pero porque acabo de aterrizar al mundo blogger, pero supongo que tendrás tus razones. ¡Hagas lo que hagas, mucha suerte! (Y vuelve...)
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