miércoles, 16 de marzo de 2011

Cosas tontas para tiempos muertos

**** Todos los asteriscos significan lo mismo: Mis neuronas suelen interconectarse a través de acordes. Temas/discos highly recommended.

Cosas tontas para tiempos muertos.

Al estilo "Trucos fáciles para días duros", "Cuentos chinos para niños del japón" o "Canciones para el tiempo y la distancia" *, pero adaptado a la filosofía del absurdo de la que me considero agnóstica y practicante.

Hoy quiero dedicar mi dead time número 348.000 a esos momentos de viveza intelectual. Cuando esperas resguardado en la parada del bus mientras los chubascos (palabra exclusiva de telediarios, nunca utilizada por la gente de a pie) salpican las Calles de Madrid**. Cuando haces clicks aleatorios frente a la pantalla del ordenador esperando que el reloj marque la hora de huir. Cuando tu mirada se pierde y no te preocupas en encontrarla. Cuando mantienes esa confortable posición horizontal en el sofá. Hey, no hay mucho que hacer... aparte de estar despiertos en la cama***. A veces el cerebro desconecta, porque sí, porque nos da por ahí ***. Tambien necesita un descanso, no siempre puede estar elaborando teorías existencialistas o resolviendo complejos cálculos matemáticos. No, a veces necesita parar. Y descansar.

Es entonces cuando la mente entra en el limbo entre el aburrimiento máximo y la paranoide, rozando el límite de la subnormalidad profunda. Sí, ese estado también existe. Y lo sufrimos TODOS. Es entonces cuando se activan esos mecanismos desconocidos de la memez, y toda cavilación medianamente inteligente se torna en absurdas preguntas metáforicas de dudoso objetivo. Es entonces cuando tienen lugar, es más, tienen toda la suite (el tamaño depende de personas) mental para su ocio y esparcimiento, pensamientos como éstos:

  • Fijarse en las matrículas de los coches, para ver si tu número de la suerte sale repetido y acordarte de ese viejo juego.
  • Pensar nombres originales de mascotas.
  • Imaginar combinaciones de ropa para todo tipo de ocasiones, incluidas los Óscar.
  • Decidir el nombre de tu futura banda de rock. El título del álbum si el mecanismo de la memez se fuerza un poco.
  • Planear qué te llevarías si se quema tu casa, y también si te llevan a una isla desierta. Porque está claro que ambas cosas pasarán en algún momento, y más vale estar preparados.
  • Pensar qué nombre le pondrás a tus hijos. Ordenarlos por preferencias y género, porque vas a tener uno de cada.
  • Leer los horóscopos, y alegrarte o calificarlo de bazofia dependiendo de la predicción.
  • Mirar las gotas de lluvia resbalando por el cristal sólo para ver como se juntan.
  • Visitar ascodevida, cuantarazon y elmundotoday aleatoriamente.
  • Preguntarte qué vas a hacer con tu vida.
  • Recrear mentalmente el oscuro pasado de la gente del metro.
  • Observar una y otra vez lo rápido que pasan los postes eléctricos cuando viajas en tren. Sin parar.
Y ahora basta de opciones light, entremos en los angostos pasillos de la subnormalidad profunda (más habitual en acciones grupales). Estilo Piqueras, muerrrte, destrucciónn, apocalipsis.
  • Jugar a que el primero que entre por esa puerta, será tu marido/hijo/similar, viviendo momentos de tremenda angustia.
  • Decidir qué opción tomarías entre:
  1.   Tener los dientes totalmente descolocados o un paleto de oro puro
  2.   Ser vagabundísimo o vender tu cuerpo
  3.   Brad Pitt o Johnny Depp / Scarlett Johansson o Angelina Jolie, por si se te presenta la ocasión.
  4.  Rama política: Una noche de pasión con Zapatero o con Rajoy
  5.  El trabajo de tu vida por una mierda de dinero o una mierda de curro por el sueldo de tu vida
  • Analizar a tus amigos para ver cuál sería mejor novio/a si fueras gay
  • Responder tests para descubrir "qué personaje de friends serías", "cuál es la profesión que te pega" o "qué tipo de música". También están los test con preguntas tipo "si fueras un color, cuál serías?". Porque todos sabemos que en algún momento el ser humano deviene en color, objeto o estación del año.
  • Planificar en qué gastarías el tiempo si te quedase un mes de vida.
  • Pensar qué vas a hacer si tu hijo te sale pardo.
  • Preguntarte en alto y de una vez por todas en serio CÓMO ES POSIBLE que si yo llamo DESDE AQUÍ MISMO pueda oírse MI PROPIA VOZ en LA OTRA PUNTA DEL PLANETA. Es que no es una voz automatizada, ES MI VOZ.

Termino esta tremenda sarta de pseudo-pasatiempos mentales aun sin hablar de temas importantísimos dentro de esta corriente vanalista, como "la filosofía de las máquinas tragaperras" o "los gusanos de seda como portadores de valores eternos". Os los dejo como deberes, para que déis a vuestro incansable cerebro un pequeño y provechoso descanso. Because he's worth it.

Vidas que resbalan... hey, no hay mucho que hacer. Aparte de estar despiertos en la cama.****

 p.s.- He omitido las opciones más gore. Aunque siempre escribo desde el humor y la ironía, hay licencias que solo se permiten entre amigos de siempre. Ele, Noe, Clara, esto va por vosotras.




jueves, 10 de marzo de 2011

FUCK THE WHAT

That's how I feel . Sometimes. Days like today. Emptiness. Rage. Rotten. Sickening.

Always this fucking feeling. Every now and then. Never get rid of it. I haven’t found the way to do it. Not yet.
And then it's when I hurry to hunt sentences. Just words. To let off steam.
Books, series. Poetry, novels, nasty rude dialogues. Truth or not, that's the other side of the coin. Not specially dark. Just harsh.

Quotes. Some are mine, some are not. All useful. Peaceful. Bliss upside down. I just can't help it.
 

- Being part of a family means smiling for photos.
- Why should I pretend to be happy?
- Because that makes your mum happy. And that’s how you fit in. Do you remember we talked about that?
This is how you do it: if someone takes you a photo, you smile. No matter if you’re happy or not. You just do it. To fit in.


People get greedy. People get fed up. It just happen. That’s why they keep weapons.

Needless to say I have some unusual habits, yet all these socially acceptable people can't wait to pick up hammers and smash their food to bits. Normal people are so hostile.

I’ll be dead. It’s just a matter of time.

MONKEY SLUT

That’s what Darwin said: you can’t make an omelette without breaking a few eggs. And that’s what is all about: breaking eggs.

People fake a lot of human interactions, but I feel like I fake them all, and I fake them very well. That's my burden, I guess.

You’re screwed up. I’m screwed up. And I’m planning to be til my late twenties, or even my early therties.

If you could even see yourselves… youre wearing cardigans!! It breaks my heart.

This whole thing of yours… it’s all very romantic and charming and devil-may-care, but your fifteen minutes is almost up, pal. Get out before it’s just sad.

Just wanna hide in the chaos. For ages.


domingo, 6 de marzo de 2011

Ya nadie nota un guisante en la cama

Time to reflect. 
Hoy me voy a permitir una licencia, voy a saltarme un poco el legado de Carmen Aras. Y es que hoy toca hablar de lo que todos llaman cuando quieren decir sexo, o no, o de lo que todo el mundo necesita, o no, o del motivo de ese día de angelitos desnudos arco en mano apuntando a todo ser viviente, o no. 
Y es que me refiero precisamente a eso: a la palabra prohibida de este siglo XXI. <3 en idioma facebook. Love. Lo que viene siendo la costumbre más antigua del mundo. Amor.

Hace algunas entradas (en ladymadriz el tiempo se mide en entradas, y las distancias, en clicks. 2.0 world) hablaba del paso de la generación beat a la generación ni-ni. De la falta de espíritu, de genio. Pues bien, creo que esto es aplicable -sadly- a muchos otros ámbitos. Del romanticismo más profundo, cursi y dramático, a las palabras vacías entre luces de neón. Como Lady Madriz siempre me he considerado de extremos, pero últimamente me da por mantener el equilibrio. Y extremos como éstos, lo único que me causan es tristeza. 

Comparto ese sentimiento escéptico que se ha apoderado del 80% de la población de la que me rodeo. El amor es algo demasiado valioso como para frivolizarlo, yo tampoco quiero un sucedáneo de palo que ocupe mis días. No es algo que busque tampoco ahora mismo, tengo un estado de paz que jamás había conseguido estando con alguien. Pero no por ello lo demonizo, ni le arranco el significado ridiculizándolo hasta el chiste. Aunque no lo busque ni lo planee, sigo creyendo en el amor.

A pesar de las malas experiencias que todos guardamos. A pesar de saber lo que es tener relaciones largas y fracasos, a pesar de diferencias y malos tragos. A pesar de todas esas espinitas que todos vamos acumulando con el paso de los años, y que forman luego ese caparazón casi infranqueable. Ése que hace que rozando el cuarto de siglo, nada tenga la magia que tenía cuando estabas en el colegio. Sí, es difícil recuperar esa inocencia. Todo era precioso cuando salías hecho un flan a las 6 de la tarde, para ir al cine o a dar una vuelta. Y le veías, y el mundo parecía agitarse tanto que te mareabas. Y llegaba el momento, y su boca rozaba la tuya. Y tus sentidos se desbordaban hasta ese estado de embriaguez que nada tenía que ver con el alcohol, sino con una droga mucho más dura. Y esos besos eran ingenuos, llenos de miedo y éxtasis, sin filtro. Cuando te abres al amor no sabes de eso. No sabes de límites, ni de medir fuerzas.
Todo es tan intenso. Por eso los más nimios detalles son subidas instantáneas de adrenalina, y los primeros palos son palizas de primer grado. Con los años todo cambia, ya nada parece tener esa magia. Aprendes a controlar lo que das, en qué medida y a quién. No te fías de las primeras palabras, ni de las segundas. Desechas oportunidades, por miedo, por tedio, porque hoy no toca. Das más importancia al momento, al lugar, al corte de pelo. Los filtros se multiplican hasta que apenas dejas un paso a nivel hacia lo más hondo. Los controles cada vez son más duros, no permites que nadie se cuele hasta allí tan fácilmente. Aunque quizá lo merezcan, o quizá no. No te paras a descubrirlo, solo pides otra copa y piensas que no está tan mal, pero al día siguiente borrarás su número. 

Me incluyo en este movimiento nihilista. Pero, a pesar de todo, sigo siendo creyente. Me entristece escuchar cómo la gente ha perdido la fe de forma total y absoluta, y lo que es peor: no les preocupa. A mi sin embargo me invade el miedo al escuchar a mis amigos cosas como "para qué, si luego todas esas parejas se ponen los cuernos", "el amor solo dura dos años", "es sólo una pérdida de tiempo". He llegado incluso a escuchar el caso de un hombre que bloqueó a una chica en el facebook porque se le ocurrió invitarle a una caña. De acuerdo que no es fácil de encontrar. De acuerdo que hay veces que no apetece buscarlo. Pero es desgarrador que piensen que no existe. Que es sólo un mito, una leyenda urbana. Una convención social que antaño se aguantaba, y que hoy somos más libres y podemos desprendernos de ella. 

El amor es bonito. Encontrar a una persona por la que sientas no sólo esa chispa, sino un incendio inextibguible, es posible. Independientemente de la edad y de las espinas, aunque todo eso tenga que ver. Pero es posible, lo es. Encontrar a alguien con quien pienses que, aunque sólo estuvieseis los dos en una barca a la deriva, serías feliz. Y no me refiero a encontrar el amor como aislarse del mundo, porque como bien escribí hace tiempo, querer a alguien no es pasarse 24 horas del día junto a él: es querer pasar 25 y sin embargo no hacerlo. Porque yo soy partidaria del amor como unión, no como fusión. Lo que enriquece una relación es la independencia de cada uno. Contarse qué tal ha ido el trabajo. Salir con los amigotes, echar de menos a la otra persona con una sonrisa en la cara. Reírse de las anécdotas de cada uno, pero juntos. 

Sigo creyendo que es posible encontrar a una persona por la que no sólo sientas atracción hasta límites insospechados. Alguien con quien tengas confianza plena no sólo para contarle tus problemas y confidencias, sino para hacer el tonto también hasta límites insospechados. Alguien con quien te diviertas, con quien después 6 horas sin más plan que estar tirados en la cama acabes con dolor en el estómago de tanto reírte. 
También sigo pensando que existe esa persona, y que puede ser muy diferente a ti. Puede que no compartáis hobbies, o puede que sí. Puede que tenga una forma diferente de pensar, y puede que eso te aporte mucho más que estar con tu versión idéntica del sexo opuesto. 

Puede también que piense todo esto porque soy una romántica nacida en el siglo equivocado, o porque he crecido viendo cómo todo eso es posible. Puede que sea porque mis padres aun se hablan con ese brillo en los ojos, y se dicen te quiero de mil formas diferentes. Porque a los 25 años de casados mi padre le volvió a pedir matrimonio a mi madre. Porque a pesar de vivir juntos y verse cada día desde las 3 de la tarde que llegan de trabajar, se llaman por las mañanas. O se escriben sms. Porque veo esa complicidad, que no es rutina, tampoco es pastelismo, es... de verdad. Y es bonito.

Puede que sea por eso, o no. Puede que sea también porque me niego a perder esos valores, porque siento pánico a que esta "evolución" tan peculiar los haga desaparecer. O porque odio este rumbo de viaje a ninguna parte, donde ya no hay generación beat ni dolor por la vida ni nada que merezca ser estudiado dentro de 50 años. Ya no hay generación del 27, ni realismo sucio, ni poemas ahogados en whisky por un mal trago. Y San Valentín es un invento del Corte Inglés, y ahora va a resultar también que el amor es como el ratoncito Pérez o los Reyes Magos. 

Y es que ya nadie nota un guisante en la cama.