lunes, 18 de mayo de 2015

Buzzwords y otras fábricas de humo

Pertenezco a la generación de "nativos digitales". He trabajado como community manager, en promociones online, como Digital executive y actualmente en Email marketing. Estoy en Facebook, twitter, instagram, linkedin, tumblr, pinterest y soy blogger desde hace más años de los que puedo recordar. 
Tengo un iPhone y las compras que hago son un 90% online.

Me gusta la era digital, he crecido dentro de ella y es el mundo que conozco. Le dedico personal y profesionalmente casi todo mi tiempo.

Pero eso no quiere decir que no sea crítica, y que de vez en cuando no me salten las alarmas y me pregunte hasta dónde estamos llegando y por qué, o aún más, hasta dónde vamos a llegar.

El mundo digital tiene infinitas posibilidades, y sigo creyendo que es la síntesis de la verdadera democracia. Todo, para todos. O casi.

Pero cuando comienzo a leer artículos marketinianos sobre este mundo, o echo un vistazo a las ofertas de trabajo, o repaso los últimos cursos de formación... no puedo evitar sentir que algo falla, que nos toman el pelo. Hay cosas que me enfadan. Como, por ejemplo, que se inventen los puestos de trabajo. Hasta hace unos años las ofertas eran claras, y los job titles describían muy bien el tipo de trabajo. "Jefe de cuentas". "Redactor". "Vendedor". "Administrativo con conocimientos de excel e inglés". Hoy día, puedes encontrarte desde Chief Blogging Officer, First visual merchandiser, hasta International Growth Hacker o Gaming Videoblogger. Y esto solo con echar un primer vistazo a Infojobs (True Story). 

Al igual que en el deporte, está de moda no solo usar anglicismos para nuestros puestos de trabajo aunque en nuestra empresa nadie chapurree ligeramente el inglés, si no además inventarse los nombres como churros. 
Cuando veo en mi gimnasio el nombre de la siguiente clase, simplemente me hace gracia.
Cuando veo ofertas con nombres imposibles, me cabrea bastante. 

Es como si ahora todo valiera, incluso cuando se trata del futuro y la carrera de la gente. Y también vale inventarse términos absurdos para calificar cualquier cosa, cosas a menudo irrelevantes del marketing online, pero que si les añades un "ing" detrás un un "buzz" por algún lado, cuelas seguro como experto en debates de linkedin.

Quizá sea porque aborrezco desde lo más profundo el hecho de complicar las cosas. Lo que sea. La gente pedante suele hablar en términos pomposos, engolados y pretenciosos, valga la redundancia. No les interesa que la masa les entienda, o que siquiera su speech atraiga, solo quieren demostrar su sapiencia de la forma más soberbia posible. 

No me puedo creer que en la era digital, en la era del todo para todos, el marketing digital pierda tanto el tiempo en etiquetar, clasificar, inventar y de nuevo categorizar con palabras inventadas cualquier aspecto.  

Intento poner mis pensamientos en orden. Hay demasiadas cosas que me gustaría escribir aquí.
Pero lo dejaré en 2 frases que espero no se me olviden nunca
1-. Odio la soberbia y arrogancia en todas sus formas.
2-. Usaré un anglicismo para explicarlo mejor: People tend to overcomplicate things. Just keep it simple. Life´s already complicated enough.


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