domingo, 7 de noviembre de 2010

Chinese CIA: otra evidencia más

Los hay tontos puros, de los que lo son, y los hay tontos que son muy listos, pero que se lo hacen. Como bien me dijeron una vez, "Hay que ser muy listo para parecer tonto", y que encima nos lo creamos. Éstas y otras miles de dudas me surgen cuando pienso en la población china afincada en España, que regenta todo tipo de comercios y que éstos, a su vez, saturan nuestras calles. Me recuerda a la desaparición del cangrejo autóctono por el cangrejo rojo americano. ¿Invasión o Ley de Darwin?

Tengo que reconocer que les debo mucho, tho. Gracias a su invasión de mercado me es posible comer un arroz, o unos suculentos tallarines calentitos con tomate frito ilimitado a altas horas de la mañana, por no hablar de bocatas, snacks y celveza flía en cualquier rincón de la noche. Sin necesidad de llamar para un pedido, ellos te abastecen de víveres nocturnos allá donde estés a horas intempestivas. Benditos.
Ahora que, si prefieres hacer uso del teléfono en un evening de chill-out, también tienes sus servicios de comida a mansalva por un módico precio y pan chino de regalo.

Sin duda han revolucionado la industria del entretenimiento, poniendo en jaque hasta al mismísimo Corte Inglés. Antaño, cuando necesitabas algún tipo de complemento carnavalesco, pinturas, cuadernos, esmalte, medias, pincitas de colores, artículos de cumpleaños, pegamento o cualquier tipo de objeto inclasificable la respuesta era: El Corte Inglés. Allí tienen de todo, sea lo que sea lo encontrarás seguro en El Corte inglés.

Ahora, por supuesto, cualquier necesidad de este tipo se cubre con el bazar chino. Hasta los artículos más esperpénticos tienen cabida en sus cajoncillos blancos amontonados unos encima de otros. Ah, tierra de descubrimientos y sorpresas, los bazares chinos. Dignos de estudio.

Desde esta premisa, están aquí para que nuestra vida sea más fácil. Para hacernos felices, para cubrir todas nuestras necesidades de forma servicial 24 horas. Para hacer caso omiso a la ley que prohibe vender alcohol a partir de las 10 y esconderte de forma cómplice los dos cartones de vino en tu bolso. Para ponerte en bandeja la flor de plástico que ese intento de ligoteo en el bar pedía a gritos, o no, pero ellos te la plantan igual. Para hacer de decomisos, de frutos secos, de súper de última hora, de lo que quiera que sea que el público español demande.

Es curioso, pero estando en Edimburgo una de las cosas que más echaba de menos era a ellos. Y a sus servicios, por supuesto. Claro que España no es Europa y no en todos los lados viven tan al límite como nosotros, por lo que en España han encontrado su agosto perenne. Es más, cuando les explicaba a mis amigos multiculturales que en España, a parte de los comercios y bazares legales, por la noche te encontrabas fácilmente un chino en cada esquina con su cajita de cartón, sus bocatas, snacks, alcohol, e incluso tabaco, todos sin excepción se quedaban ojipláticos. Spain is different. Aunque no sé hasta qué punto se trata de indiosincrasia, o de tirón aprovechado por unos cuantos más listos que nosotros. Es más, sí que lo sé.

Y precisamente cuando estaba allí, descubrí OTRA EVIDENCIA MÁS de sus superioridad camuflada en ingenuidad falsa. Falsísima vamos, porque patente queda que son más listos que el hambre. Ahí va:

-Como bien sabemos, los chinos tienen dificultad para pronunciar las "r" en nuestro idioma. Celveza flía, un eulo. Aloz, aloz con tomate flito. Podría seguir con infinidad de consignas que se han sedimentado en nuestra consciencia siendo eco de burlas y mofas. Pues bien, resulta que en inglés su acento, paradójicamente, les hace tener dificultades con la "l", que pronuncian como "r". Usease, viceversa. Os dejo una prueba:


Unos hablan de planes para dominar el mundo, otros de estrategia lenta llevada a cabo en las traseras de sus tiendas, donde duermen hacinados 10 o 15 en cada una de ellas. ¿Estaremos infravalorando a la raza que quizá nos lleve a la extinción? ¿Porqué tienen esos rasgos, con los ojos entrecerrados como si estuviesen tramando algo? Y, lo más importante, ¿Quién acuñó la frase de "te han engañado como a un chino"??

Creo que deberíamos tener más cuidado con lo que decimos. Y con lo que hacemos. Con todo. A partir de ahora, dormiré con un ojo abierto. Por si acaso.

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