jueves, 12 de abril de 2012

Volviendo la vista atrás


¿Nunca has descontrolado? ¿Nunca has caído tan bajo que parecía imposible levantarse? ¿Nunca has decepcionado? ¿Nunca te han decepcionado tanto que se te cayó el mundo encima? ¿Nunca has puesto a prueba tus límites? ¿Nunca has pensado que no tenías? ¿Nunca te ha sacudido un huracán de sentimientos que pensaste que eras incapaz de contenerlo? ¿Nunca has sufrido un overbooking de emociones tan fuerte que te desborda? ¿Nunca has actuado irracionalmente? ¿Nunca te has dejado llevar por la corriente, por muy fuerte que fuera? ¿Nunca has creído ahogarte por el camino?
¿Nunca te has arrepentido? ¿Nunca has retado a todo los valores que creías tener?

Bien, esto va de amplitudes de onda.
Las hay que se mueven en un rango medio, y siempre es la misma distancia corta y regular la que se desplaza del punto medio. Consiguen un equilibrio quasi perfecto, en el que ni los altos son demasiado altos ni los bajos demasiado bajos. Yo no puedo hablar demasiado de éstos, o al menos no de la manera totalmente parcial y subjetiva que suelo hablar en mi blog.

Hay otras ondas de amplitud más extrema, con crestas más pronunciadas y ciclos a veces irregulares. No son armónicas, o al menos no en todo su trayecto. Parecen incorrectas, descompensadas o distorsionadas. Pero ellas llegan a lo más bajo, para luego alcanzar cotas inalcanzables para las amplitudes más cortas.

Hay gente que vive siempre manteniendo el equilibrio. Es una forma de ser, mucho más segura y probablemente más valorada. Se nace así, o no se nace.
Sin embargo hay otras personas que se caen en abismos, y saltan hasta el más allá, y luego vuelven a la cuerda porque aprenden. Aprenden a modularse, a modelar su vida habiendo conocido lo peor y lo mejor de ella. Y creo que esto, lejos de ser un lastre, es una maravilla.

Muchas de estas personas se culpan, qué digo, se fustigan y torturan cuando resbalan. Cuando pierden el control y ponen al límite todo lo que se estén jugando en ese momento. Cuando se caen, y también cuando sienten cosas demasiado bonitas. El miedo al abismo, cuando estás en lo más alto, es mucho más que aterrador. No se dan cuenta, sin embargo, de que sienten al 200%. Y eso les lleva a situaciones horribles y preciosas a la vez. No es hasta pasado un tiempo, años, cuando por fin aceptan su forma de ser, cuando se dan cuenta del don que, de alguna forma, poseen.

Hoy quiero des-demonizar a todas esas personas.
Esta es, entre otras razones, por las que decidí hacer algo que nunca pensé que haría.

Parte de 'Falling Slowly', bso de 'ONCE'

2 comentarios:

  1. ¡Muy bonico el tatu!

    Por si no la conoces, toma esta rareza.


    OLI I7O

    ResponderEliminar
  2. Senza parole me acabas de dejar! de Britney? oye, qué bueno! gracias :)

    ResponderEliminar