viernes, 3 de septiembre de 2010

Oye, BASTA.

Digo yo, ¿Cuándo va a empezar a existir mi barrio para el resto del mundo? ¿Cuándo voy a dejar de vivir en la nada?

Hace mucho que debería de haber desistido de responder a la pregunta "¿Por dónde vives?", sin embargo se ha convertido ya en una cuestión personal. La cosa suele ser así:
Persona cualquiera - Y tú, ¿por dónde vives?
Yo - En Las Rosas.
- ¿Las Rozas?
- No, Las Rosas.
- ¿Ríos Rosas?
- No, repito, Las Rosas. - ¿En qué maldito momento me has escuchado pronunciar la maldita palabra "Ríos"? -
- HHhhhhmmmmmm.....
- ¿El centro comercial, el carrefour de allí lo conoces? - Truco del almendruco: tira por las grandes superficies comerciales. TODO EL MUNDO LAS CONOCE.
- Agrspfchshjmmmmk.....
- Por San Blas, Vicálvaro, esa zona. - Desisto. Te hablaré de los alrededores.
- ¡¡AAAAAaaahhhh!!! Sí claro, por ahí vive mi prima, sabes cual es la librería "pitiflís"?

¡Venga coña! ¡Tú no sabes dónde está un barrio entero dentro de Madrid capital, y yo tengo que saber dónde está la librería de tu prima! Y entonces, obviando mis pensamientos enfurecidos y mi expresión que este emoticono describe a la perfección
¬ ¬
me siguen contando historias de sitios y calles que seguro que me sé, pero que evidentemente yo no conozco porque NO ES MI BARRIO. A ellos les da igual. ¿Total, para qué conocer un sitio que nadie conoce? Y de esta manera, mi pueblo y yo continuamos en la ignorancia.

Y esto tiene su trascendencia. Lo de vivir en nowhere tiene sus consecuencias cuando vas a buscar algo de tu existente, real y palpable barrio en la red-que-todo-lo-sabe. Continúo la tradición de ejemplos prácticos y cercanos: Me disponía esta mañana a buscar el número de una peluquería de allí. De LAS ROSAS. Google me ofrece orgulloso sus hallazgos: peluquerías en Las Rosas, Argentina; Peluquería Ana Rosas; Peluquería en Ríos Rosas. Pruebo, como si de mi interlocutor se tratase, con el truco de el centro comercial. Las Rozas Village. Apaga y vámonos.

Y no lo hago porque estoy en el trabajo (mi cajita de cristal. Aún no han conseguido sonsacarme ni una palabra, tranquilos), y eso de apagar e irme creo que va en contra de la política empresarial. Pero me dan ganas de gritarle a todo el mundo que BASTA, enough de este vacío. Algunos de mis amigos se refieren a mi lugar de residencia como "esas tierras donde antes había yonkis y chabolas", los más cariñosos se refieren a él como "un cerrito".
-¿Qué, ya te vas a tu cerrito?
- Si, ya me voy. Literalmente a desparecer del mapa.

Y a la hora de quedar es otra. La gente tiene miedo a asomarse a ese vacío en el que vivo, bien porque se piensan que no existe y no es más que una leyenda urbana o bien porque, en el caso de los más crédulos, existe y se encuentra en el fin del mundo.

FAQ. Aquí algunas de las dudas más comunes, y sus aclaraciones innecesarias.

- ¿Quedar en tu barrio? Si hombre, ¿Y luego como vuelvo? - Ay vá, pero qué tonta. Cómo no he caído en que vivo en un punto de no retorno. Quienes llegan hasta aquí, no regresan jamás. Las Rosas. Venir -silencio publicitario- es quedarse.

- Ala que dices, ¡a tu barrio me voy a ir! ¡Con lo lejos que está! - No, no te estás yendo a Mordor. De hecho ni siquiera está en las afueras. Y aunque no te lo creas, se tarda 5 min exactos desde O'donell, y 10-12 desde goya (bendito E-2!)

- Pero qué vamos a hacer allí, si no hay nada. - Nada, claro. Porque vivo en la NADA ABSOLUTA.

- Sólo hay un carrefour. - Y lo demás es un hoyo en la tierra. Aquí no han llegado aún los bares, las terracitas, los restaurantes y mucho menos los bares de copas. Pues tendrías que ver el NO VA +, listazos. 

Y al final, Bea termina saliendo de la nada en la que vive, de ese hoyito, cerro o ex-tierras chabolistas sin nombre concreto, y se dirige a cualquier parte de la ciudad así tarde 30, 40, u hora y tres cuartos para reunirse con sus amigos. Lo que no entiendo es cómo no se sorprenden cada día al verme y no me consideran una superhéroe. Después de todo, poseo el superpoder de ir de goya a Las Rosas... ¡Y poder volver!

Y para terminar, tres palabras mágicas que uso en exceso y que expresan justo lo que quiero decir en resumidas cuentas: en fin, serafín. Sobran demás comentarios. Sólo espero que algún día, después de los más de diez años que lleva existiendo, la sociedad levante por fin el "tabú" que supone conocer Las Rosas y se deje de tanta indiferencia ignorante. Por una vivienda digna.


2 comentarios:

  1. ¡¡¡Jajajaja!!! I'm in love with this blog. No sabía que vivías en Las Rosas... pensaba que vivías en O'Donnell, que tampoco sé deletrear. Bueno, yo me entiendo.

    Confieso haber sido víctima de varias de las fucking FAQs que has puesto. Pero ¡chica! comprende que para mí la calle Atocha es como el Río Grande... la frontera hacia lo desconocido.


    OLI I7O

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  2. Oli, ¡Parece mentira que seas un chico de mundo!

    Déjate de southamericas y empieza por lo cerca de veras, anda. Petate y a Las Rosas!

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